Bosques urbanos, la apuesta de Barranquilla para combatir el cambio climático
Como parte de la política medioambiental y ecológica que ha venido liderando la Alcaldía de Barranquilla para aliviar las repercusiones que ha traído consigo el cambio climático en los últimos años, se ha logrado aprovechar productivamente los entornos naturales que tiene la ciudad, a través de 5 bosques urbanos que facilitan la biodiversidad urbana y ofrecen múltiples beneficios a los barranquilleros, asociados a la mejora de la calidad de vida.
Cada uno de estos espacios -destinados exclusivamente al desarrollo de más de 15.000 árboles, en su gran mayoría de especies de bosque seco tropical y otras especies ya adaptadas a la región- está permitiendo la purificación del aire contaminado y está absorbiendo grandes cantidades de CO2.
Esto, a su vez, está contribuyendo también a ralentizar el viento y las aguas pluviales, ayudando a la reducción de la temperatura, mejorando la calidad del aire que la gente respira en la capital del Atlántico.
¿Dónde están ubicados?
El primero de estos, el cual lleva por nombre Hogar Caribe, está ubicado entre Villas de San Pablo y Caribe Verde, tiene 3 hectáreas y 17 especies diferentes.
El segundo está situado en el barrio Campo Alegre, y cuenta con 5.4 hectáreas de robles morados; mientras que el tercero se encuentra localizado en el barrio El Pueblo (EDAR Suroccidente), cuya extensión es de 4.8 hectáreas y cuenta con 12 especies.
El sector de Ciudad Caribe también cuenta con su propio bosque urbano, disponiendo de 2.3 hectáreas, con 11 especies arbóreas.
Y, finalmente, el quinto bosque de 27 hectáreas se encuentra en Miramar, en medio de la construcción de la pista de ciclomontañismo y senderismo, para el disfrute de barranquilleros y visitantes.
De manera que, la puesta en marcha de estas nuevas zonas verdes para Barranquilla representan una transformación urbana y aportan a la ciudad unos oasis urbanos de vegetación que favorecen al medioambiente y posibilitando a la ciudadanía a adoptar conciencia frente a la función que cumple la vegetación en las ciudades y en las zonas circundantes.
Este proceso de transformación, que también incluye la recuperación de la flora y la fauna, ha impulsado un crecimiento sociocultural, debido a que estos espacios verdes permiten hacer picnic y actividades de senderismo.