Desde el Senado se asegura que el Síndrome de Asia debe ser tratado como política pública

Resulta común escuchar personas en su mayoría mujeres que deciden mejorar su apariencia física con implantes, llámese biopolímeros o elementos extraños que habitualmente se colocan en los senos o en los glúteos pero sin tener la información clara de las consecuencias negativas que a parte de empeorar su complexión le causan graves afectaciones orgánicas y psicológicas.
El Congreso en su labor constructiva exaltó el trabajo de la actriz Angely Moncayo, que luego de vivir una mala experiencia con estos elementos creó una fundación para apoyar a esas personas que hoy viven un calvario emocional, por haberse atrevido a incrustar en su cuerpo sustancias que le producen el llamado “síndrome de ASIA” tal como lo explica la doctora Stefanny Mesías para que se prevengan.
La médica Stefanny Mesías señaló que “los dolores o debilidad muscular, inflamación en las articulaciones, sequedad en la boca, fiebre, manifestaciones neurológicas, incluso perdida de la memoria , son síntomas que dan una alerta de prontitud en la atención médica porque así lo vivió la actriz Moncayo y muchas otras mujeres que no son capaces de hablar por miedo o complejos”.
La actriz Angely Moncayo, indico además que, “ahora tenemos el problema, lo importante es visibilizar este problema para que se den cuenta que es una enfermedad como cualquier otra, que hay que tratarla, con la asistencia del ministerio de salud desde los psicológico y los médico”.
Ante el auge de este Síndrome de Asia en mujeres colombianas, el Congreso pidió que esa enfermedad sea tratada como política pública. Así lo planteó el senador José Luis Pérez (Cambio Radical) “debemos revisar para que este síndrome de Asia sea tratado como política pública, para que toda mujer que esté derivando su sobrevivencia de estos implantes mamarios sea atendida de forma adecuada según una ley plasmada por el legislativo”.
La iniciativa del congreso busca crear una estadística de cuantas mujeres se han realizado estos implantes para así iniciar un proceso no solo educativo para la prevención, sino paliativo para una posible curación.
Con información del Noticiero del Senado