No es el resultado, es el proceso, Anthony Zambrano
Tokyo, Japón. Jueves 5 de Agosto 2021. El colombiano Anthony Zambrano se proclama vicecampeón olímpico de los 400 metros planos en el Estadio Olímpico de Tokyo. Foto: Oscar Muñoz Badilla / @fotografiadeportiva

Indudablemente, en la vida existen retos que con el paso del tiempo se transforma en metas o, quizás, en sueños. Para el medallista olímpico, Anthony Zambrano, el proceso parar alcanzar el objetivo es fundamental, pues de aquella preparación nace la oportunidad para lograrlo, pero, mejor aún, nace una mejor versión de sí, independientemente del resultado.
El municipio de Maicao, La Guajira, nació Anthony José Zambrano de la Cruz en 1998; un niño con gran destreza para el atletismo, pero con una disciplina tan eficaz como su velocidad. Desde los 15 años se estableció en Bogotá y su carrera ascendió hasta clasificar a sus primeros Juegos Olímpicos en Río 2016.
Su trayecto no ha sido fácil pero su templanza nació gracias al deporte y, a su vez, su vida cambió desde aquel momento: “Significa mucho, porque me abrió muchas puertas. Desde niño me ayudó a formarme como persona, como humano y como hombre, porque me ayudó ser independiente, en crearme metas y crearme sueños”.
Las metas y sueños de los que habla Anthony reflejan un palmarés tan brillante como el proceso de todo lo aprendido y lo que falta por adquirir. Desde su primera participación olímpica, se sumaron reconocimientos como la medalla de plata en el Mundial de Doha 2019, los oros en el Panamericano de Lima 2019 y la presea plateada de Tokio 2020.
Ante las dificultades sufridas durante el ciclo olímpico, Anthony clasificó a París 2024, su perseverancia dio resultados en un proceso difícil, pero en el que aprendió tanto. Su meta está clara y en Estadio de Francia va darlo todo: “Con la fe que tengo intacta, aunque tenga mil dolores, mil dificultades, obstáculos, barreras, me veo en una final; recordando Tokio 2020, dando lo mejor de mí y mostrándole a mi país que sí se puede lograr con disciplina y mucha constancia”.
Una frase menciona que: “los últimos serán primeros”, precisamente, Zambrano fue el último colombiano en clasificarse a los Juegos Olímpicos, por lo que buscará, como en la final de los 400 metros planos de Tokio, subir varias posiciones hasta ubicarse en lo más alto del podio.
“Significa que no he perdido mi tiempo, he venido con muchos tropiezos, muchas lesiones. Por lo que una segunda medalla significa que la constancia en la vida vale la pena, porque cuando tú eres constante, llega al punto que tienes tu recompensa”, con firmeza, el guajiro expresa la ilusión que representa un segundo metal olímpico.
El resultado llega en un par de segundos, pero disfrutar el proceso perdura en el día a día. Con victorias, derrotas, lesiones y progresos, Anthony mantiene su frente en alto y continúa trabajando, pues independientemente de lo que suceda, su actitud por entregar lo mejor de sí se mantiene intacta y constante.
“Siempre hay que darlo todo, nunca defraudarse, nunca desconfiar hay que hacer las cosas de la mejor manera y cuando se pierde también se gana”, el guajiro expresa con firmeza que en la vida no se puede controlar todo, pero lo que está a su alcance siempre se tendrá la distinción del esfuerzo y la constancia.
Luego de conseguir lo que parecía imposible, Anthony Zambrano asiste a sus terceros Juegos Olímpicos. En París, el guajiro buscará culminar un proceso difícil, desgastante y doloroso, al que siempre le entregó todo y al que apunta dar lo mejor de sí.

